El agua caliente cayendo por encima de la cabeza. La verdad es que en la ducha es uno de los lugares en los que más se piensa... y en los que más se llora, por lo menos yo. Vaya pérdida inútil de agua.
Música relajante y para qué nos vamos a engañar... un poco deprimente también. Viva la nostalgia, aunque no sepa de dónde ha salido. Me considero una persona luchadora que aunque a veces decida tirar la toalla, luego cambia en el último momento y aunque no siempre consiga mi propósito, al menos puedo decir con la boca abierta que lo he intentado.
Y ahora no sé que hacer. Quiero abandonar pero a la vez intentarlo aunque mi subconsciente diga que no, que no puede ser, que es imposible y que es mejor dejar las cosas como están.
Es jodido, ¿no? No saber lo que te pasa por la cabeza, pero a pesar de todo, creo que la culpa es la autoestima.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario